En mi eterno conflicto entre la buena y la «mala» alimentación, siempre me encuentro con la disyuntiva del: «date un gusto, Yoli», y del: «Yoli… No te pases».
Por eso, últimamente vengo dándome mis gustos, pero al mismo tiempo sin pasarme de la raya, es decir, disfrutando moderadamente. Esto, luego de convercerme de que la «mala» alimentación no existe. 😱🤔🤯
Les explico un poco mejor… Después de tener una extensa conversación con mi yo a través del espejo, entendí que eso que conocemos como «comida chatarra», puede perfectamente también formar parte de nuestra alimentación… ¿Cómo así? 🤔
Pues para mí (ahora), todo está en el balance, por lo que considero que -salvo aquellas personas que lo hacen por motivos personales- reprimirnos en su totalidad de algún o algunos alimentos (🍕🍟🍔🥓🍩🍫🥧), puede ser una tortura!!! 😩
Me costó asumirlo, y me sigue constando entenderlo, pero hoy acepto que muy bien puedes darte el gusto de comerte una rica y nutritiva ensalda de vegetales (o de frutas), como también puedes darte el gusto de comerte una pizza. Sólo mantén siempre un balance, ya que como todos sabemos, y como seguramente ya una vez escuchaste por ahí: 👩🏾🏫»mucho de algo es malo».
No te sientas mal por aquellos «prohibidos» que te regalas cada tanto, ni tampoco te pases de «permitidos». Disfruta de tus comidas sin remordimiento, pero con consciencia y sin abusos, eso lo es todo. 🧘🏾♀️
Ahora, cuéntame… ¿Has pasado por alguna transición relacionada a la «mala» o a la buena alimentación? 🍽️ Me encantaría saber tu historia!! 👀